miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Suicidio Anómico:

“La crisis”, “las deudas”, “quede en la ruina”, “es que me hace falta”  son algunas de las frases que pueden usar los grandes empresarios o personas simples cuando no les va bien es sus negocios pero un problema financiero muchas veces los lleva a tomar medidas muy drásticas y cuando hablo de drásticas me refiero es el suicidio anómico.
Es uno de los más característicos de la sociedad moderna, afecta a los individuos a causa de las condiciones de existencia de las sociedades modernas. Este tipo de suicidios se dan en mayoría en crisis sociales económicas que hacen un cambio repentino en la forma de vivir, se debe a frustración apatía o falta de identidad además de pérdidas materiales o también de seres queridos.

Las personas vivimos muy diferente a como lo hacían antes, ahora esperamos mucho de los demás sin dar nada a cambio nos volvemos muy apáticos a la vida, y ya no valoramos las costumbres que teníamos antes y por lo tanto sufrimos mucho por no tener lo esperado o lo soñado
El suicidio anómico, que es el que se da en sociedades cuyas instituciones y cuyos lazos de convivencia se hallan en situación de desintegración o de anomia. En las sociedades donde los límites sociales y naturales son más flexibles, sucede este tipo de suicidios. Por ejemplo, en los países donde el matrimonio tiene un peso menor, por la existencia del divorcio, el suicidio es mayor. Es el suicidio de las sociedades en transición. Otro ejemplo es el comercio y la industria, donde el cambio (y por lo tanto, también el suicidio anómico) es crónico.

Anomia: es la falta de normas y de leyes que regulen la actividad humana y generalmente se produce en momentos de crisis sociales agudas, de transformaciones en las estructuras y valores culturales.

El presidente de una compañía japonesa de marcos para cuadros y su esposa se ahorcaron en su casa de Tokio, cuando el negocio que ambos manejaban se precipitaba al fracaso, informó la policía. Yasuo Nakajima, de 54 años, y su esposa Akiko, de 50, fueron encontrados por un empleado colgando de sogas plásticas, uno junto al otro, en la sala de su casa. En una mesa había una nota de suicidio que decía: No podemos pagar los sueldos. Por favor, perdónennos.
En el más reciente de los casos, Nakajima y su mujer asistieron al progresivo deterioro de su negocio, que abastecía fundamentalmente a hoteles y restaurantes. La compañía, una operación al tradicional estilo japonés que la pareja manejaba desde su predio familiar, llegó a tener 30 empleados en su mejor momento. A la muerte de los Nakajima apenas si podía emplear a cinco personas, dijo la policía. Los empleados comentaron que desde comienzos de año, la pareja había pagado los salarios con demora, señal de que los negocios iban mal. En toda la historia de Japón el suicidio ha sido tradicionalmente un recurso para escapar de la vergüenza o las dificultades financieras. Los suicidios en pareja son una variación conocida como shinju, cuando el esposo conserva a su compañera en la muerte.

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