Desde su regreso
de Afganistán, la senda de Iván José López solo lo condujo al suicidio; su
familia y amigos calificaron el desafortunado incidente como una muerte en la
guerra que tomó 2 años. El 28 de enero, 26 meses después de regresar de Afganistán,
López, de 23 años, miembro de la Guardia Nacional, casado y con dos niños
pequeños, se suicidó en su apartamento
de la sección de Frankfort en Filadelfia; López se ahorcó.
El suicidio de
López es el número 14 en la Guardia Nacional en Pensilvania desde el 2003; 4 de
ellos ocurrieron el pasado año. En un tiempo en que el suicidio entre miembros
activos del ejército ha ido declinando,
este se ha casi que doblado entre los miembros de la reserva nacionalmente,
pasando de 62 en el 2009, a 114 el año pasado.
López había
estado en combate, pero según su esposa, nunca hablo con ella acerca de su
experiencia en la guerra; desde su regreso tuvieron dificultades y discusiones;
y parece que éste nunca a regreso a su estado normal de antes de su viaje a
Afganistán.
López, graduado
de Edison High School, se enroló en la
reserva estando aun en la secundaria. En diciembre del 2007 fue llamado a
servicio activo por 11 meses; su primera niña había nacido 2 semanas antes.
Según su esposa, al principio después de regresar todo estaba bien, pero
después estaba cada vez más violento y más desprendido. En agosto, estando en
sus 2 semanas de práctica en Fort Indiantown Gap, López ya había amenazado con
suicidarse; después de esto paso una semana en una clínica en Filadelfia.
De acuerdo con el
Capitán John Felts, López atendió todos los programas que la Guardia Nacional tiene para prevenir
suicidios, pero obviamente, no fue suficiente. La Guardia nacional ha
implementado un sistema en el cual los soldados se observan unos a otros cuando
resumen responsabilidades limitadas, y también reciben entrenamiento para
prevenir el suicidio. Y aunque estas medidas han dado buenos resultados,
todavía no son suficientes.
Buscando
explicación para esta situación, líderes de la Guardia Nacional coinciden en
que a diferencia de miembros del ejército activo, que cuando regresan a casa
permanecen en sus unidades y pueden ser observados de cerca por señales de
estrés post combate; los miembros de la Guardia Nacional en cambio, regresan y
están por su cuenta, regresan a la escuela, a su trabajo, o se quedan en casa
haciendo nada, y nadie los está observando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario